7 de Julio. Chupinazos y encierros aparte, ya llevamos 17 días de verano y muchos tenemos las vacaciones a la vista.
Así que la pregunta que corredores y -as nos hacemos es qué vamos a hacer con el running este verano. ¿Has hecho ya la reflexión? ¿Te van a acompañar las zapatillas a tu lugar de vacaciones? Y si corres, ¿de qué manera? En los meses de temporada quizá nos centramos más en sesiones de “calidad” (series, intervals, fartlek…) o directamente rodajes largos. El verano, por tanto, se presenta como una opción de complementar, haciendo cosas diferentes que nos hagan mejorar otras cosas mientras despresurizamos un poco.
Salvo que vayas a correr algo en septiembre-octubre, claro. Si es el caso, toca currar. Lo digo por experiencia ya que julio y agosto de 2022 fueron los meses en que más he corrido en mi vida.
Eso no pasará este año.
En 2023, mis vacaciones serán para darle importancia a cosas que normalmente no hago.
Primero te cuento mi plan y después te explico algo relacionado con esto (o casi):
En realidad, explicar lo que voy a hacer en verano no tiene mucho misterio ni es nada realmente especial. Mi idea es darle la vuelta un poco a la tortilla y dejar de hacer series o trabajo de umbral para centrarme en la fuerza, desde dos aspectos distintos pero complementarios.
Por un lado, el trabajo de fuerza general, con ejercicios de fortalecimiento de tren inferior y de core. Ya sabes: sentadillas, planchas, quizá burpees…
(Por supuesto, sin descuidar el trabajo aeróbico a baja intensidad, con tiradas de esas en que no miras el reloj salvo para comprobar que tus pulsaciones están realmente bajas).
Y, por otro lado, quiero dedicar tiempo a algo que he empezado al final de esta temporada: el trabajo de fuerza específico, centrado en la reactividad. Voy a darle un espacio importante a los ejercicios de pliometría (saltos al cajón, multisaltos, vallas, drop jump…).
El plan está pensado para hacer sesiones más ligeras, no darme muchos tutes en verano, cosa que no me apetece demasiado. Pero además, para llegar al 1 de septiembre con una base de fuerza que luego pueda ayudarme a completar (ahí ya sí) un trabajo específico de carrera más centrado en mejorar mi velocidad ante lo que pueda venir por delante, como por ejemplo, mejorar mi resultado en la Behobia-San Sebastián.
¿Y la foto de arriba? ¿Qué tiene que ver?
El caso es que estaba buscando una foto usando las palabras “salto comba playa”, porque quería hablaros a continuación de los beneficios del salto a la comba como ejercicio para runners. Y me ha salido esto, que no es lo que quería, pero me ha parecido tan loca que no quería dejar pasar la ocasión de ponerla. Hasta ahí la explicación de la foto.
Y de la comba… A ver, no te tengo que convencer de nada. Configura tu verano runner como más te apetezca.
Pero si quieres probar algo diferente, aquí te dejo un estudio en el que unos investigadores chilenos descubrieron que un grupo que durante 10 semanas realizó ejercicios de saltos a la comba (ejercicio de pliometría de manual) como complemento a su entrenamiento atlético consiguió mejorar sus tiempos en un test de 3kms en mayor medida que otro grupo que no había hecho ese tipo de ejercicios.
Así que, como idea, puede que tenga sentido incorporar este ejercicio, que nos requerirá además, mejorar un poco nuestra coordinación. Con 5 minutos al día, alternando trabajo con descanso en franjas de 30 segundos, nos lleva poco tiempo, es divertido y… ¿si nos ayuda a estar más en forma?
Pues eso, que este verano igual nos vemos así.
Hasta aquí, el newsletter de hoy, que será además el último de la temporada. En su columna sonora, Luis nos da una recomendación para seguir escuchando podcast sobre atletismo este verano:
Bonus track: si quieres ampliar tus conocimientos sobre pliometría (y, de paso, contribuir a la producción de A tu Ritmo) te invitamos a apoyarnos en iVoox y así podrás escuchar programas como este de Escuela de Entrenamiento donde hablamos del tema.
¡Gracias por apoyarnos! ¡Nos leemos en septiembre!