A raíz de un comentario de un compañero del grupo de Telegram (¡únete!), hemos tenido estos días una reflexión sobre las consecuencias de una estrategia errónea a la hora de acometer una carrera.
La discusión salió hablando del maratón, pero en realidad es aplicable a cualquier distancia. Sí, a cualquiera. Esa que estás pensando también.
Antes de meternos más a fondo en el tema, que lo haremos, un mensaje de Louis Van Gaal:
Corras siempre en negativo o siempre en positivo, lo importante es que sepas a qué ritmo quieres correr antes de tomar la salida. Si improvisas, luego no sabrás si lo has hecho bien o mal.
Bien dicho, Louis.
Estoy totalmente de acuerdo. Ahora veremos qué significa eso de positivo o negativo, pero lo principal, si estás ante una carrera que te importa, es que te pongas un ritmo objetivo. ¿Cuál? Pues buena pregunta. Lo ideal: que esté en sintonía con tu estado de forma y con tu rendimiento en carreras similares en los últimos tiempos. Si es una distancia nueva, lo recomendable sería pensar en ritmos más lentos para asegurar llegar con fuerzas al final y que no se te hagan bola los últimos kilómetros.
Conforme vas cogiendo experiencia y te vayas conociendo, sabrás ajustar más esos ritmos, y en ocasiones incluso podrá tener sentido arriesgar para intentar un ritmo un poquito más rápido del que crees que podrías hacer. A veces, estas cosas salen. Otras veces no, pero tú decides si corres el riesgo.
Y una vez tienes ese ritmo decidido (y, espero, bien entrenado), llega el turno de escoger tu estrategia de carrera.
Cuánta tarea para correr unos kilómetros, pensarás.
Y tienes razón, pero aunque no todo el mundo lo entiende, hay a quien nos divierte todo este juego previo. Es como estudiarte bien el mapa de la ciudad que vas a visitar próximamente. A veces mola que la ciudad te sorprenda, pero también es interesante conocer dónde te encuentras y, más importante, cuáles son tus opciones en cada momento.
Escoger tu estrategia de carrera es como estudiarte el mapa de la carrera. Cosa que, además, también hay que hacer, especialmente si hay muchas subidas o bajadas, porque afecta a lo que vamos a hablar.
¿Correr en negativo o en positivo?
Para hablar de estos conceptos, vamos a suponer que tu carrera es totalmente llana y que el ritmo que lleves depende, exclusivamente, de tu rendimiento en cada momento.
Correr en negativo supone hacer la primera mitad de la carrera (o la parte inicial) a un ritmo algo más lento del que has decidido para progresivamente ir acelerando hasta el final de la misma, de manera que acabes más rápido del ritmo ideal.
Correr en positivo es, obviamente, hacer lo contrario. Salir más rápido de lo que pretendes hacer de media, para ir “ganando” segundos al crono de manera que puedas hacer el final a ritmo más controlado, en previsión de que la distancia pueda ponerte en dificultades.
Sobre el papel, no hay una decisión correcta. Cada persona es un mundo y a cada uno de nosotros nos vendrá bien hacer una u otra dependiendo de cómo seamos o cómo respondamos al esfuerzo.
Lo primero a tener en cuenta es que los corredores populares tenemos menos información de nuestro estado de forma y podemos pecar de demasiado optimistas o demasiado pesimistas a la hora de decidir nuestro ritmo de carrera. Si hemos sido muy optimistas y optamos por una estrategia en positivo, el riesgo es salir tan fuerte que la pérdida de ritmo al final de la carrera nos acabe penalizando demasiado y nos “comamos” el tiempo ganado al principio de la carrera.
Al contrario, si salimos demasiado “tranquilos”, puede pasar que no nos dé tiempo a dar nuestro máximo en la carrera y no lleguemos a cumplir nuestro objetivo. Esta estrategia, para mí, es la ideal para carreras o distancias que no conocemos tanto, porque nos asegura, en casi todos los casos, acabar con buenas sensaciones. Puede que no hagamos la mejor marca para la que nos hemos preparado, pero para mí tiene más valor unas buenas sensaciones y pensar que teníamos para más. Es una estupenda forma de seguir motivándonos para el siguiente entrenamiento.
En cambio, la sensación de petar a lo grande por querer dar demasiado puede ser tan traumático como para que nos aleje de correr durante un tiempo. Aunque sé de buena tinta que hay gente a la que le va la marcha y no le importa darse un coscorrón de vez en cuando.
¿Cómo lo hacen los profesionales?
Durante muchísimo tiempo, sobre todo en el maratón, hemos visto que la estrategia de salir en negativo (de menor ritmo a mayor ritmo) era la favorita y la que aseguraba una cuota de éxito mayor.
Hay que tener en cuenta que, cuanto más competitivo es un maratón, más vigilancia hay entre los corredores favoritos y se suele esperar a los últimos 15-20k para intentar ataques más o menos agresivos que te distancien del rival. Eso provoca que, igual que en la pista, lo normal sea acabar más rápido de lo que se empieza. La clásica “carrera táctica”.
Aunque también es verdad que cuando se ha intentado un récord, hay atletas a los que les ha funcionado una estrategia en positivo. Un ejemplo: Kipchoge en Berlín’22. En cambio, cuando Kiptum le quitó el récord en Chicago’23, lo hizo corriendo maravillosamente en negativo:

Aunque en este caso todo apunta a que Kipchoge no quiso correr en positivo, sino que salió a ritmo de récord del mundo, pasando la media en 59’51”, y no pudo mantener ese endiablado ritmo, que le habría llevado a bajar de las 2h.
Un caso impresionante de carrera en positivo es el de Ruth Chepngetich, que pasó el medio maratón en Chicago este mismo año en 1:04:16, para luego tardar unos dos minutos y medio más en hacer la segunda mitad y reventar finalmente el récord del mundo. En este caso, la keniata no tuvo competencia y corrió casi toda la carrera sola en compañía de sus liebres, lo cual hizo que no tuviera condicionantes y se permitió el lujo de salir así de optimista.
Luego está mi corredora favorita, Siffan Hassan, que hace básicamente lo que le da la gana.
Por último, si aún no has tomado la decisión y te apetece hacer números, en Internet hay calculadoras para que te hagas tus planes positivos o negativos.
¡Recuerda: este lunes tenemos un nuevo A tu Ritmo!
Esperamos que os resulte una entrevista tan interesante como a nosotros hacerla. Un adelanto: Pablo va a hacernos un “unboxing” muy especial, con anuncio incluido…