(Nota inicial: lee este email con el mismo tono que ponían tus padres cuando te sacaste el carnet de conducir y les pedías las llaves del coche)
¿Ya estás otra vez con las tontadas esas de las zapatillas con placa de carbono? ¿Y qué pasa, que si tus amigos runners se tiran por un puente también te vas tú detrás?
No, en serio, iba a seguir con la broma del tonito de padre pero no me sale. El caso es que este email en realidad, más que una advertencia, es una invitación a la reflexión.
Todo parte de este artículo que leí el otro día. El titular, como lo es el de esta newsletter, es moderadamente sensacionalista. No, tus zapatillas con placa de carbono no te van a lesionar. Pero al parecer, hay cada vez más evidencia de que el mal uso de las mismas sí es un riesgo que muchos corredores están experimentando.
Os copio (y traduzco libremente) un párrafo del artículo que me parece que representa lo que quiero decir:
“Si las zapas con placa son mejores y te permiten correr más rápido con menos esfuerzo, ¿por qué alguien querría algo diferente? Esta pregunta tiene dos respuestas aparentemente contradictorias: 1) para evitar el estrés excesivo y las consecuentes lesiones que estas superzapatillas pueden provocar y 2) para permitir los estreses naturales que estas zapatillas reducen, y así construir una musculatura de la pierna y del pie más fuertes.”
Si nos paramos a pensar, no es tan contradictoria la respuesta. Las superzapas tienen una cosa maravillosa: aportan a la mecánica de carrera soporte y energía elástica adicional a la que hacemos con nuestras piernas. Es decir, en la fase de vuelo nos “sacan” un poco más rápido del suelo, haciendo que nos elevemos un poco más con el mismo esfuerzo de nuestras piernas. ¿Qué pasa? Que el conjunto de sóleo-gemelo, encargado principal de esa labor, trabaja menos (y de una forma más inestable, por la geometría imposible de las zapas). Al trabajar menos pero obtener un mejor resultado, esa musculatura se vuelve más laxa, al ser menos demandada cada vez.
Y aquí está la trampa: una musculatura menos activa junto con una zapa más inestable genera desequilibrios que se pueden acabar traduciendo en molestias o lesiones inoportunas.
Otra cosa a tener en cuenta: cada pie es único, pero cada zapatilla de estas no lo es. Por lo tanto, cada runner puede notar esos desequilibrios en partes distintas de la pierna, o no notarlas en absoluto. Lo que sí es claro es que la forma en que nos hacen correr estas zapatillas es distinta a la que teníamos con otras menos amortiguadas. Al salir del suelo con más fuerza, hacemos las zancadas más largas, reducimos la cadencia y aumenta la oscilación vertical. Explicación sencilla del resultado: empezamos a tocarle las narices a otros músculos del cuerpo.
El funcionamiento de nuestra musculatura, y más cuando la ponemos a prueba al correr largas distancias, es algo que depende de un equilibrio. Y ese equilibrio, cuando cambian cosas en el modelo, se pone en riesgo.
¿Cómo reducir ese riesgo? Vuelvete onmívoro
O sea, come un poco de todo. Igual que no puedes hacer todos tus entrenamientos a puto tope, es buena idea que no hagas todos tus entrenamientos con las mismas zapatillas. Tener varios modelos con diferentes grosores de suela y amortiguación supone entrenar más músculos de las piernas, de manera que, por ejemplo, si entrenas con zapas con poco drop y poco amortiguadas, tu sóleo-gemelo se fortalecerán y pasarán a ser un complemento fenomenal de tus nuevas super zapas.
¡En la variedad está el gusto!
Míralo por el lado bueno: tener dos/tres modelos de zapas al mismo tiempo supone una inversión, pero tardarás más en desechar cada par, con lo cual hasta pasarás un tiempo sin gastarte dinero en zapas (lo sé: es un consuelo bastante tonto)
Otra solución que no te va a gustar pero que te recomiendo: HAZ MAS FUERZA.
Antes de cerrar, un recordatorio: ayer subí un nuevo episodio de Escuela de Entrenamiento, los episodios especiales para fans de A tu Ritmo, en las plataformas de iVoox y de Spotify. Al hacerte fan de pago, podrás acceder a ese contenido especial y, además, apoyarás la producción del podcast quincenal, que este lunes vuelve con un nuevo episodio.
Descubre los test que podrás hacer en casa para comprobar si estás en forma para tu próxima carrera:
¡Salud y muchos kilómetros!
Toda la razón. La clave está en la combinación de modelos diferentes de zapatillas. Si abusas de la placa aparecen lesiones musculares que no tenías antes, ya que la musculatura no está preparada para un cambio brusco de técnica de carrera.